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Desde  el payaso Latinoamericano
deconstruyendo paradigmas
 
 
 

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MONTERCERMUNDO

 EN BUSCA DE NUEVAS NARRATIVAS

Por: Carlos Montenegro Ortega

 

 

El poder de narrar, o de bloquear la formación o emergencia de otras narrativas, es muy importante para la cultura y el imperialismo, y constituye una de las primeras conexiones entre ellos

                                                           Edward Said

1995

 

Soy Carlos Montenegro. Actualmente vivo en Buenos Aires Argentina. Abogado de profesión de la Universidad de los Andes y Especialista en Estudios Culturales de la U. Javeriana ambas en Bogotá. Colombia.                     

Investigador del humor y  Payaso.  Formado  por maestros como Jango Edwards, Chacovachi, Luis Brusca, Victor Avalòs (Tomate), Seven Fingers,  Marsha Dimitri,  Circus Baobab,  Walter Velasquez  y recientemente en Stand Up Comedy por Emilio Tammer, en el Farabute teatro de Buenos Aires.

 

He viajado en varias ocasiones a los países denominados del Primer Mundo. A través de esa experiencia, puedo decir ahora que me identifica una manera peculiar de ver las cosas, la cual se ha formado,  caminando diversas esferas sociales;  desde los pasillos de barrios marginados y favelas, pasando por los corredores universitarios, tanto de alumno como de docente, hasta pasar  incluso por los elegantes callejones oscuros y cerrados del Estado colombiano.


Con mas de 25  países recorridos en giras, por plazas, teatros, cárceles, parques, colegios, universidades, calles, salones, sumo más de 14 años de presentaciones en espacios convencionales y no convencionales.


Son  varios los oficios −considerados por siglos como el “Patito Feo” de las artes y de la sociedad: clowns, bufones, titiriteros, magos, mimos, volantineros (JARA 2000), albardanes y malabaristas, en general, artistas callejeros−,  los que en este tiempo he practicado, siempre con la conciencia del trabajo de campo en el  “tercermundismo”.

 

Empiezo mi reflexión de esta manera porque  a partir de esas experiencias, es que surge una pregunta en mí;  he sido llamado “sudaka”, tercermundista y colombiano despectivamente en varias ocasiones; en cuanto a la vida práctica he sido tratado con discriminación, con el tema de los visados por ejemplo, que me ha hecho perder  invitaciones a festivals.

¿Cuál va a ser mi respuesta? ¿Un discurso subalterno cuyos enunciados digan que “que no somos eso” o, mejor, a través de una nueva propuesta narrativa como es la propuesta de Montercermundo, hacer, como lo cita Arturo Escobar, una antropología de la modernidad o mejor una

antropología de occidente, en la que se expliciten los modelos hegemónicos occidentales y se les vea como “exóticos”.

 

Como una forma de responder, y ante la inminente necesidad de tomar partido sobre un tema vital para mí, decidí hacer una reflexión de mi práctica artística situada en el Circo Teatro a nivel mundial y los sustentos epistemológicos y políticos que permiten su construcción. Este proyecto, más que un artículo, es un conjunto de diversas prácticas y registros, presentados como un “combo”, que dan cuenta de lo que es el personajessobre quien gira el análisis: Montercermundo.

 

Por ello, en mi abordaje conviven varias disciplinas, varios métodos para recolectar y analizar la información, varias estrategias para dar cuenta de los resultados; todos, no obstante, bajo una misma política del trabajo intelectual: la consideración de que si existe una misión que debamos desarrollar como ciudadanos latinoamericanos, del Tercer Mundo, ésta será hablar desde nuestras experiencias, desde las propias prácticas, desde las vivencias que implica ser reconocido como tercermundista, desde nuestra realidad cotidiana buscando, como propone Arturo Escobar: “desmantelar el desarrollo e incluso el Tercer Mundo […] dependiendo por igual

de la invención social de nuevas narrativas y de nuevos modos de pensar

y de obrar” (ESCOBAR 1996. Pg. 49).

 

Así pues, mi reflexión gira en torno a un personaje que he venido creando hace poco más de 5 años:  Montercermundo, quien  sin negar sus orígenes en la teoría bufonesca, se autodefine como  un payaso tercermundista,  busca en su espectáculo, a través de una narrativa oral,  cuestionar al público sobre temas relacionados con la política, los derechos, los deberes, los principios de convivencia  y sobre todo de los imaginarios que nos habitan como tercermundistas. Además, el personaje llama la atención sobre la necesidad de generar  procesos propios, “situados”, en todos los campos del conocimiento, con el ánimo de romper el bloqueo hegemónico  que limita la narrativa del Tercer Mundo, dando una posibilidad oral, cómica, satírica y burlesca a esa posición “subalterna” que cargamos en la espalda. Esto es lo que podríamos entender como una re-territorialización del conocimiento.  

 

 

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DEL BUFÓN AL PAYASO TERCERMUNDISTA: CAUSES DE UN PERSONAJE

 

Mi interés por las artes del circo, surgió hace ya varios años, mas exactamente en el verano de 1994.  En una visita realizada a Francia,  en los jardines del palacio de Versalles, tuve un primer acercamiento a los malabares; fui introducido a las tres Pelotas en medio de la magia que remembrada los juglares medievales. Posteriormente en 1997, tras un viaje a Centro América, en un pueblo caribeño de nombre Puerto Viejo,  en Costa Rica, aprendí a manejar otro objeto o juego malabar conocido como Batsu, Devil Stick o Flower Stick.  Resulto en aquel momento, que logre su dominio en poco tiempo, lo que me motivo inmensamente. A mi vuelta a Colombia y motivado por esa facilidad y el interés que encontré en mi para estos juegos, comenzó mi indagación en el mundo del malabarismo.

En un principio fue difícil, pues en Colombia no había señales de ello. Sin embargo, y gracias a que estas artes están íntimamente ligadas con la itinerancia, fui conociendo a viajeros extranjeros que practicaban el arte de los malabares. Mi curiosidad aumento hasta tal punto que aprendí un tercer juego malabar: El diabolo. Para ese entonces yo era un bicho raro.

Desde ese momento, comencé a indagar en ¿Qué era lo que haciamos? , y termine dándome cuenta de la existencia de un movimiento conocido como “Nuevo Circo”.  Gracias a los contactos itinerantes y al Internet, descubrí que el Nuevo Circo era un movimiento que se había generado en el mundo, hace mas de treinta años. Luego con el paso del tiempo, y tras una búsqueda puramente empírica, descubrí los orígenes del “Nuevo Circo”. Sin embargo, como muchos otros conceptos su definición explicita es difícil. La mejor forma de hacerlo es en comparación con el “Circo Tradicional”.

Ante eso normalmente pongo un ejemplo de mi imaginación: Si una familia asiste a un espectáculo de un circo tradicional y el niño (su hijo),  se deslumbra con las acrobacias o los malabares allí presentados, Hace unos años sus padres le habrian dicho   con certeza  que esas destrezas eran propias solo de los artistas del circo y que para lograrlas habia que nacer en el circo. Esto, mantuvo  a los circos tradicionales como comunidades cerradas, y en la mayoría de los  casos familiares. Les dio por generaciones  a los artistas del circo tradicional algo así como un poder supra-humano.

 

Pues bien, el Nuevo Circo, nace como la posibilidad de que cualquiera practique las destrezas consideradas supra-humanas. Ha acercado a la gente en general la posibilidad de desarrollarse como acróbata o malabarista.  O como payaso, que lejos de ser quien no sabe nada es quien mejor conoce los oficios del circo.

 

Eso fue lo primero que descubrí en este nuevo mundo del circo: los malabares. Sin embargo, como la curiosidad y el deseo por mas, es propio de todos los humanos             (incluyéndome),  seguí investigando sobre el tema, hasta entender que el movimiento del Nuevo Circo se origino  en Europa hace mas de 40 años y que en la actualidad por ejemplo, Francia, belgica o alemania tienen escuelas y programas circences.  Este conocimiento de causa, abrió mis horizontes y comenzó realmente mi búsqueda personal dentro del amplio mundo del circo.  Fue ahi que decidi comenzar a viajar por el mundo en busca de esa informacion oculta que no estaba disponible en ninguna academia en ese momento. Y me fui formando como cientos de artistas de mi generacion, a partir de cursos, talleres, convenciones y encuentros fortuitos, como "Payaso". Un profesional de la mediocridad. Un ser que iba en contra de la especializacion y apoyaba la diversificacion. Que iba en contra de la formacion institucionalizada y que intentaria gracias a estas investigaciones desmitificar los procesos de aprendizaje y busqueda del conocimiento y no situarlos en el marco exclusivo de la academia, sino darle valor de "saber" a todos aquellos oficios y practicas que se aprenden en el dia a dia. Como lo dirian en mi pueblo: "en la universidad de la vida".

El problema es ¿Quien le avala a uno 15 años de estudio en la Universidad de la vida? Por eso considero importante el tema de la re-territorializacion del conocimiento al cual le dedicare un apartado especial mas adelante.

 

Fue entonces cuando decidí viajar al sur de América en donde el movimiento parecía de acuerdo a mi búsqueda,  mas avanzado.  Con las  herramientas que hasta ahora había experimentado (básicamente los malabares), emprendí en 1999 ya graduado de abogado, un viaje por Sur América en compañía de Jimy Lima, amigo, malabarista y mago. Pero antes, con mis primeros compañeros de aventuras malabares, decidimos conformar la Fundación Arte en Todas Partes, como una institución que respaldara nuestros proyectos y viajes.

 

 

Juntando saberes, recorrimos Colombia, Ecuador, Perú, Chile y finalmente Argentina.

Nuestro saberes se hicieron primitivos cuando ya en Chile y Argentina, eran claros y mas evolucionados los actos de “Nuevo Circo”. Esto nos detuvo en territorios australes por mas de dos años, en donde no solo aprendimos nuevas técnica, sino que nos acercamos de manera directa al trabajo de artistas callejeros.

 

En fin para ese momento, se hicieron insuficientes las destrezas malabares, pues lo que había empezado en Europa en los 60’s ya había tomado forma en el sur del continente.  Ahí, nació la necesidad de crear un personaje para poder demostrar las habilidades aprendidas. Sin embargo, el modelo clown, definido vulgarmente  como payaso de nariz roja,  no fue una alternativa que me permitiera fluir a gusto. El clown tiene unas particularidades en cuanto al manejo escénico y corporal  que no llenaban mis expectativas. Lo intente. Trate de crear un personaje netamente clown pero no me fue muy bien. Mis pocos conocimientos y habilidades actorales eran notorias. De todos modos, lo experimente y trate de acercarme a él para poder expresar lo que deseaba. Con ese hibrido entre clown y no se que, seguí presentándome en diversos espacios.  Tras mi vuelta a Colombia se detuvo casi por completo la epoca de creacion. Para actuar habia que organizar los variettes, de lo contrario no habia espacios. Poco a poco y ante la dificil tarea de adelantar varias labores a la vez, me dedique básicamente a la producción de espectáculos de Circo Teatro, sin ser yo un personaje particular. 

 

Este paso  me genero dudas acerca de mi mismo. Debía continuar con la parte escénica o por el contrario debía sumir otro rol en la cadena de los espectáculos. A partir de esta duda existencial, surgió en mi, o mejor debo decir de mi,   Montercermundo, un personaje hibrido que tomaba prestado del clown (en especial del excéntrico,    algo de su indumentaria y sus habilidades. Continué dándole rienda suelta a un personaje que no se definía bien dentro de los géneros escénicos. Fue a partir de el 2002, cuando actuando en una convención internacional de malabares y Circo en Venezuela,  y tras tomar un taller de Bufón con Andrés del Bosque, reconocido maestro chileno residente en Barcelona, que me di cuenta de lo que hacía. Andrés vio mi actuación y una vez finalizada me dijo: Montercermundo es un Bufón. Desde ese momento, comenzó mi investigación y estudio sobre la bufonería hasta darme cuenta de que en realidad Montercermundo, mas que desarrollar números clown, bufoneaba sobre temas políticos, económicos y sociales.

 

Después de una larga indagación en el personaje del Bufón (la cual esta presente en el aparte de este texto concerniente a la genealogía del Bufón), y de ver como este personaje histórico había desaparecido del contexto social al finalizar la edad media, decidí darle una evolución lingüística al término de Bufón y en vez de llamarlo Bufón contemporáneo, decidí acudir a un termino reciente y poco utilizado: “Payaso Tercermundista”, pues mi objeto de burla era precisamente el modelo de desarrollo impuesto desde Occidente y la situación de tercermundista que se vive por el hecho de ser colombiano ( o de otra geografía que haga parte de la denominación de: Tercer Mundo).

Esto me motivo, a desarrollar este tema, pues considero que el sustento teórico no solo mío sino en general de quienes se dedican al Circo Teatro, es bastante pobre y falto de Bibliografía. Pero mi sorpresa no fue poca, cuando adentrándome en el mundo de los estudios culturales me di cuenta que este, un estudio de poder, emociones y representaciones tenía su piso en las lecturas y autores propios de este nuevo campo de investigación.

 

Antes de continuar, quiero aclarar que el término “Payaso Tercermundista”,  fue acuñado por Chacovachi, un payaso argentino, quien se autodenomina como tal. Posteriormente, ha sido usado por Marcio Libar en su libro A Nobre  del palhaco, publicado en Brasil y desde hace  años  por mí, desde la creación de mi personaje Montercermundo, quien surge de la relación mía (Monte, como me han reconocido por años) con mi entorno (Tercer Mundo) del cual hago parte y mofa.

 

Antes de tener alguna cercanía con ciertos autores y discursos que me han permitido plantearme la teorización que pretendo exponer, me acerque haciendo pleno uso de la desterritorialización del conocimiento a la cual hago referencia en los primeros párrafos, desde un conocimiento el cual podría definir como empírico, a unos personajes cuyo objetivo era crear un discurso “alternativo”, sobre ciertos temas que se planteaban  y que eran fundamentalmente la situación de tercermundistas y subdesarrollados desde la cual se nos reconoce a los ciudadanos “periféricos” o "subalternos". 

 

Esta nueva ola de energia creativa, me lanzo en lo que hoy en dia conocemos como el "Nouveau Clown", definido asi por Jango Edwards, en el cual el payaso no tiene un "alter ego-clown", sino que puede interpretar cuantos personajes quiera. 

En este punto  nacieron los protagonistas de la Trilogia cómica del Subdesarrollo: " El Frayle-Jon ( Fraile Español del 1700, venido a america con la mision de evangelizar a tanto indio bruto en  América) y Mr. Monti Burned (Personaje del lejano Oeste, el cual hace  referencia al Arquetipo de vaquero “gringo”) y cuyo discurso busca re-posicionar la imagen del "gringo" en el mundo. Menuda tare. Ja.

Mas adelante en esta misma busqueda surgieron  la mujer Barbuda,  y Brigitte; una  trola del barrio. (ambas en una postura cuestionante ante el tema de genero; Tomeo un niño de 8 años y el Cabo polocho (Un seudosargento afrorumbero y su ejercito de la alegria, El mariachi Loco, entre otros.

 

Ante esas diferencias sociales y los inmensos abismos existentes entre la teoría y la práctica, en cuanto a los abusos de derechos, la pobreza, el maltrato, y muchos otros “síndromes sociales”, y conciente de no poder solucionarlo desde el discurso o la narrativa tradicional, nace un personaje del circo teatro llamado  Montercermundo: Un payaso Tercermundista.

 

Posteriormente, como creador del personaje y gracias a estudios transdisciplinares realizados he tenido la posibilidad de profundizar teóricamente y políticamente en los temas que planteaba y si bien no pienso lo opuesto, si se hace importante aclarar varios conceptos.  Entre ellos, debo admitir que aún sin una idea clara sobre lo que era el tercermundismo y el subdesarrollo, Montercermundo los criticaba en sus actuaciones. 

 

Con ello quiero decir dos cosas: por un lado, que temas como los tratados en este estudio, tales como Tercer Mundo y Subdesarrollo, parecen ser lo que en derecho se llamaría “de dominio público”, pues la gente del común hace referencia a ellos.  Sin embargo, y por otro lado,  a partir de las ultimas investigaciones que he realizado para este texto, me he dado cuenta de que los conceptos mencionados gozan entre todos sus usuarios, de  gran heterogeneidad significativa, (es decir todos creen saberlo pero nadie puede definirlo),  lo que ha motivado a realizar una investigación mas profunda en este aspecto. A partir de esto, se me abren los ojos a la posibilidad de sustentar teóricamente  el discurso  de resistencia que vengo sosteniendo desde las artes escénicas.

 Tanto ha cambiado en mi la perspectiva de ubicación frente a mi pregunta inicial, que ya a estas alturas los términos de reacción y resistencia también han perdido su valor, pues de acuerdo al orden actual denominado Imperio que se evidencia en el mundo ( HARDT y NEGRI 2000), tanto la reacción como la resistencia son conceptos modernos, opuestos a una hegemonía pre-establecida, con lo cual militar por esos campos, mantendría el discurso subalterno que pretendo evitar.  Por tal razón, simplemente la narrativa que propongo, hace parte de “las voces del Tercer Mundo que piden el desmonte del discurso del desarrollo”.

 

El discurso del Payaso tercermundista y posteriormente de la "comdedia tercermundista", tiene como fin el cuestionamiento del poder establecido básicamente en cuanto a lo “estatal” y fundamentalmente en cuanto a la noción de democracia y la soberanía propuesta desde los Estados-Nación, con la idea de revaluar dicha noción cuando nos encontramos en un momento histórico coyuntural en el cual tanto los Estados –nación, como su  mito fundacional (la soberanía), se ven sumamente cuestionados por el modelo imperial que sostienen nuevas teorías en especial las propuestas por Hart y Negri.

 

Así pues, el papel del payaso en el mundo contemporáneo es en gran parte político, así como lo ha sido la burla desde los bufones en los tiempos de la corte en la edad media. “Gente irreverente, espíritus libres que han hecho de su arte burla del poder, las normas y la religión.”(JARA, 2000 Pg 25).

 

De esta manera, tiene la responsabilidad el discurso del Payaso Tercermundista, de cuestionar las políticas y las agendas globales propuestas por las instancias supranacionales, como aquella citada por Escobar en la cual reza que: “En 1948 un conocido funcionario de las Naciones Unidas expreso esta fe diciendo: Todavía creo que el progreso humano depende del desarrollo y la aplicación en el mayor grado posible  de la investigación científica…El desarrollo de un país depende ante todo de un factor material: primero, el conocimiento, y luego la explotación de todos sus recursos materiales (Laugier, 1948: 256)”)

¿Es o han sido acaso estas promesas con mas de medio siglo un modelo de desarrollo par anosotros como tercermundistas?  Realmente, esto esta en tela de juicio y solo un personaje que se vuelque a la escena pública puede cuestionar a la comunidad al respecto de esa promesas de desarrollo o mejor dicho de “salvación” ante nuestro “demonio”,  que es el subdesarrollo.

 

Discursos como los proclamados por la misión económica del Banco Internacional para la reconstrucción y Fomento (hoy BID), el cual visito Colombia en 1949, con el propósito de formular un programa de desarrollo para el país, no solo se convierten en obsoletas sino que dan pie para que el discurso bufonesco en cuanto al modelo de desarrollo  se nutra y da origen a la satira y a los remates comicos  que  buscan complicidad en su  auditorio, en cuanto a las falacias de las que hemos sido parte desde el momento en el que se nos catalogo como subdesarrollados.  Es increíble como dichos discursos, llevan ,mas de 50 años siendo la zanahoria detrás de la cual corremos. Es increíble, como en dichos discursos, el fracaso de nuestro desarrollo, pueda ser considerado como falta de esfuerzo de pueblo colombiano.  Y sobre todo, es inconcebible, que después de mas de cinco décadas aún permanezcamos con ese velo de desarrollo, el cual claramente no ha traído mayores beneficios, pues en la actualidad aún somos considerados subdesarrollados. Como cita escobar en párrafo seguido:

 

 “ Resultan notables el sentimiento mesiánico y el fervor cuasireligioso expresados en la noción de salvación. En esta representación, la “salvación” exige la convicción de que solo existe una vía correcta, es decir, el desarrollo. Solo a través del desarrollo Colombia podría ser un “ejemplo inspirador” para el resto del mundo subdesarrollado”.  


Ja, Ja, Ja....

 

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